La semana del 4 al 9 de diciembre se celebró el II Capítulo Ordinario del Vicariato de Kenia, en la Mazzanti House de Karen, Nairobi, con la participación de unos treinta frailes del Vicariato de Santa Rita.
El P. Alejandro Moral, Prior General, participó a distancia en las sesiones del Capítulo a través de videoconferencias. Durante su intervención, agradeció a los frailes su "disponibilidad, sacrificio, testimonio y servicio en las diversas comunidades de Kenia", especialmente en situaciones difíciles. En la misma línea, destacó tres áreas clave que los miembros del Vicariato deberían tomarse en serio: el fortalecimiento de la vida comunitaria, la interioridad y la autosostenibilidad económica.
Por otro lado, el Prior General pidió a los frailes que dediquen tiempo a la interioridad, aspecto esencial de la vida agustiniana, subrayando que el cuidado del camino interior permite estar cerca de Dios, escucharle, dialogar con Él y compartir la riqueza de este encuentro entre los frailes y también con las personas a las que sirven. También subrayó la necesidad de que los religiosos trabajen por el bien común y pongan en común sus recursos para el crecimiento y la autosuficiencia económica del Vicariato.
Robert Karanja Ireri, elegido Vicario Regional durante otros cuatro años, agradeció al P. Alejandro su acompañamiento como líder espiritual de la Orden, así como el del Consejo General y el de la Orden.
Un Capítulo Ordinario con espíritu de fidelidad y servicio.
El segundo día del Capítulo se dedicó al recogimiento bajo la guía de Don Luciano Labanca, Secretario de la Nunciatura Apostólica. En su reflexión, centrada en Los desafíos de la vida religiosa: una visión desde el Derecho Canónico, animó a los hermanos a vivir el Evangelio en la defensa, salvaguarda y protección de los menores y adultos vulnerables. En la misma línea, invitó a los frailes a examinar el enfoque adoptado por la Iglesia para contribuir a las comunidades locales del pueblo de Dios en esta parte de África Oriental.
A continuación se celebró la Eucaristía de invocación del Espíritu Santo, presidida por el P. Edward Daleng, Asistente General para África. En su homilía, destacó cómo el Espíritu Santo, don del amor y la fidelidad de Dios, nos une en nuestra diversidad para reflejar la comunión de la divina Trinidad, que es la fuente de la misión agustiniana. También exhortó a los frailes a permanecer fieles y a ser valientes en la esperanza para que las personas confiadas a su cuidado pastoral puedan experimentar la presencia de Cristo entre ellos, especialmente en estos tiempos difíciles de penuria social y económica.
Por último, los miembros del Vicariato esbozaron en sus decisiones nuevos planes para los próximos cuatro años. Estos se centran principalmente en servir con mayor determinación en el sector de la educación y en la transformación social a través del apostolado parroquial, que es el principal en esta parte de Kenia.
Colocación de la primera piedra para la construcción del Centro Educativo San Agustín.
Como parte de la celebración del Capítulo Ordinario, el lunes 11 de diciembre tuvo lugar la ceremonia de colocación de la primera piedra para la construcción del centro educativo Colegio de San Agustín en Kisumu. La ceremonia fue presidida por el P. Edward Daleng, acompañado del P. Robert Karanja Ireri, Vicario Regional, y el P. Patrick Barasa, director del proyecto; así mismo, estuvieron presentes el P. Stanislaus Wamache Makhoka, Prior de la comunidad y administrador del proyecto, el P. Solomon Bitali, contable del proyecto y el P. Joseph Oduor, párroco y miembro del comité del proyecto. Junto a ellos se encontraba también el constructor del proyecto y su equipo de trabajadores, así como algunos lugareños, especialmente líderes laicos y miembros de las comunidades religiosas.
El P. Edward, durante el rito de la bendición, explicó la importancia del proyecto para la comunidad local y para la Iglesia, como parte de la misión evangelizadora de la Orden, en la que posee una especial importancia la educación y el desarrollo de niños y jóvenes, porque las futuras generaciones son necesarias para la transformación social. Por último, se hizo un reconocimiento y agradecimiento al Prior General y a su Consejo, a la Fundación San Agustín de California, así como a la Provincia de Irlanda, a la Conferencia Episcopal Italiana, a la Fundación Agustinos en el Mundo y a toda la Orden por el apoyo económico al proyecto.
