El Asistente General para América Latina, el P. Álex Lam, tuvo ocasión poco antes del comienzo de la Cuaresma de pasar unos días junto a los religiosos del vicariato de Panamá en un clima de recogimiento espiritual. Alrededor de 30 frailes de la circunscripción se sumaron al retiro organizado por el vicariato en un antiguo seminario de los franciscanos en la ciudad de Boquete
El propio P. Alex Lam señalaba la importancia de tener este tiempo de ejercicios espirituales al menos una vez al año, tal y como prescriben las Constituciones: “Para los miembros de la Orden supone una oportunidad en la que se renueva la propia opción vocacional. De hecho, el ritual de la Orden prevé un texto para renovar los votos, que muchas veces se usa al final o durante estos retiros”.
En esta ocasión, fue el Consejero General el encargado de predicar y dirigir estos ejercicios que le habían pedido desde el Vicariato - algo poco común y difícil que se pueda dar dado el volumen de trabajo de los asistentes- y que, sin embargo, ha sido ocasión para estrechar lazos, conocer mejor la realidad de Panamá y abordar de la mejor forma posible los proyectos y tareas que hay por delante. Pero, sobre todo, tiempo para compartir una semana de oración y descanso fraterno, tal y como cuenta el P. Lam a la Oficina de Comunicación de la Curia.
“Hubo un buen ambiente de escucha, de interioridad a nivel personal y también de discernimiento comunitario”, cuenta el P. Lam. “De hecho tuvieron tres tardes para compartir sobre cómo veían las nuevas fundaciones, la actividad pastoral en sus diferentes frentes y sobre el camino de reflexión compartida para llegar a ser una nueva provincia”, detalla el Consejero General. “Los hermanos lograron darse el espacio y el tiempo para poder vivir este momento y creo que terminaron el retiro con entusiasmo ante los retos que hay por delante”.
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