top of page

Octubre

9 de oct | Beato Antonio Patrizi, presbítero

Italia ha sido tierra fértil donde han surgido abundantes frutos de santidad. Este gran patrimonio humano de fidelidad a Jesucristo es con frecuencia desconocido, y hay hombres y mujeres que han caído en el olvido o sólo se les recuerda en su propia geografía. Es el caso del beato Antonio Patrizi.

Antonio Patrizi nació y vivió en Siena en la primera mitad del siglo XIII, pero se le conoce también como Antonio de Montichiano porque allí murió el año 1311. Ingresó en el convento agustiniano de Lecceto siendo trasladado, más tarde, al de Montichiano donde terminó sus días. Llevó una vida de santidad dedicada al servicio de Dios y de los hermanos.

La dimensión contemplativa –tan importante en la espiritualidad agustiniana– tiene en Antonio Patrizi un exponente claro. Dimensión contemplativa que se traduce en una fuerte pasión por Dios y un incansable servicio a los hermanos, como respuesta a las distintas necesidades de la Iglesia. San Agustín es modelo del abrazo entre la contemplación y la acción. Aunque no dejó nunca de cultivar la interioridad, en cuya intimidad está Dios (cf. La Trinidad, VIII, 7,11), tampoco dejó nunca de lado las exigencias del “Cristo pobre” cada vez que éste llamó a las puertas de su paz (Tratados sobre el Evangelio de San Juan, 57,4).

 

Dos años después de la muerte de Antonio Patrizi fueron exhumados sus restos y colocados en un altar para la veneración de los muchos fieles que se sentían atraídos por su vida ejemplar. En 1313 se creó una fraternidad que llevó su nombre. Su culto fue confirmado por Pío VII en 1804.

Oct9.jpg

Oct 10 | San Tomás de Villanueva, Patrono de los estudios de la Orden, obispo

Es uno de los santos de mayor brillo en el santoral agustiniano. Nació en Fuenllana (España), un pequeño pueblo de la provincia de Ciudad Real, el año 1486. La educación recibida de sus padres y su paso como alumno por el convento franciscano de Villanueva de los Infantes, marcaron en su alma una particular sensibilidad por los pobres. Más tarde, recibiría el título de “Limosnero de Dios” y “Arzobispo de los pobres”.

​

Los años en contacto con la Universidad de Alcalá, donde obtuvo el título de Maestro en artes, dejaron en Tomás una profunda huella humanística. De Alcalá pasó a Salamanca y aquí ingresó en el convento de san Agustín, lugar de su profesión religiosa, que se celebró el 25 de noviembre de 1517. Después de la ordenación sacerdotal –en 1518–, los superiores le encomendaron distintas tareas de gobierno y los cargos se sucedieron uno tras otro como Prior, Provincial,Visitador... Su mayor empeño era la vida de las comunidades y la observancia responsable de las normas.También promovió el envío de misioneros agustinos al Nuevo Mundo. Confesor y predicador de Carlos V, al quedar vacante la sede de Valencia fue propuesto –contra su voluntad– arzobispo de aquella diócesis mediterránea en 1544.Al conocer la noticia el entonces General de la Orden, Jerónimo Seripando, felicitaba a fray Tomás y a la diócesis valentina “que tendrá un pastor como lo describe san Pablo”.

​

Fray Tomás encontró una diócesis abandonada después de más de un siglo sin obispo residencial.Visitó una a una todas las parroquias, convocó un sínodo en 1548, adelantándose a Trento fundó en 1550 el Colegio-seminario de la Presentación para atender la formación del clero, asistió a los menesterosos e intentó la evangelización de los moriscos.

El obispo agustino de Valencia vertía su formación universitaria en la predicación y en sus escritos ascéticos y místicos. Sus fuentes preferidas eran la Biblia, los Padres de la Iglesia –con atención especial a san Agustín–, y los autores espirituales de la época.

​

Murió en 1555. Fue declarado beato en 1618 por Pablo V y proclamado santo por Alejandro VII el 1 de noviembre de 1688. Por su celo apostólico, su doctrina, su atención a los pobres y sus intuiciones pastorales, ha pasado a la historia como modelo de obispo. Sus restos mortales se conservan en la catedral de Valencia.

Oct10.jpg

Oct 11 | Beato Elías Del Socorro Nieves, presbítero y mártir

El mártir agustino Elías del Socorro Nieves, nació en Yuriria (Guanajato, México), el año 1882. En 1904 ingresó en el seminario agustiniano de Yuriria. Ordenado sacerdote en 1916, desempeñó su primera actividad pastoral en distintas localidades del Bajío, hasta que en 1921 fue nombrado Vicario parroquial de La Cañada de Caracheo. Un lugar donde el P. Elías compartió con sus fieles pobreza, fe y trabajo.

A finales de 1926, el gobierno publicó una drástica disposición impidiendo cualquier actividad religiosa que no estuviese controlada por la autoridad civil. Surgió así una efectiva persecución de la Iglesia que obligó al P. Nieves a refugiarse en una cueva de un cerro próximo para prestar desde allí asistencia religiosa a sus parroquianos. Permaneció oculto durante algo más de un año, hasta que declaró su condición de sacerdote en un interrogatorio y fue encarcelado junto a dos rancheros que le acompañaban. Dio su vida por confesar a Jesucristo el 10 de marzo de 1928, cuando contaba cuarenta y cinco años de edad.

Primero fueron asesinados los dos rancheros y, a continuación, el P. Elías del Socorro Nieves. Fue beatificado por Juan Pablo II el 12 de octubre de 1997.“La vida y el martirio del padre Nieves, que no quiso abandonar a sus fieles a pesar del riesgo que corría – comentó el Papa en la ceremonia de beatificación –, son por sí mismas una invitación a renovar la fe en Dios que todo lo puede.Afrontó la muerte con entereza, bendiciendo a sus verdugos y dando testimonio de su fe en Cristo”.

Sus restos se veneran en la iglesia parroquial de La Cañada, en el municipio de Cortazar (Guanajuato), en México.

Aug19.jpg

Oct 12 | Beata María Teresa Fasce, Virgen

Nació en Torriglia (Génova), el 27 de diciembre de 1881. La familia Fasce era católica en unos tiempos en los que ser católico no era fácil en Italia. Pasó su adolescencia y juventud en Génova donde frecuentó la parroquia Nuestra Señora de la Consolación que atendían los agustinos. Cuando el Papa León XIII canonizó solemnemente a Santa Rita el 24 de mayo de 1900, los agustinos se encargaron de hacer pública la noticia entre sus parroquianos.Así conoció Teresa la figura de Rita de Casia y decidió su vocación religiosa ya antes sentida. El Monasterio de santa Rita de Casia la recibió como postulante en 1906 y vistió el hábito de agustina el día de Navidad.

Después de un breve período como maestra de novicias y vicaria, fue elegida abadesa. Comenzó entonces su empeño por levantar un templo a santa Rita y divulgar la devoción a la santa. En torno al monasterio han surgido distintas obras sociales que han crecido regadas por la savia vital que la Madre les prestó. Las hermanas de su comunidad –y todavía hoy–, la llamaban “la Madre” porque, de trienio en trienio, fue abadesa de Casia durante veintisiete años. Mujer creativa, emprendedora y audaz, vivió unida al amor seguro de Jesús de Nazaret.

El sufrimiento fue compañero inseparable durante casi toda la vida de esta mujer de cuerpo enfermizo pero fuerte de espíritu. Murió el 18 de enero de 1947, a los 66 años de edad, y fue beatificada por Juan Pablo II el 12 de octubre de 1997. Comentó el Papa entonces:“La Iglesia presenta hoy a Teresa Fasce como brillante ejemplo de síntesis viva entre vida contemplativa y testimonio humilde de solidaridad con los hombres, especialmente con los más pobres, humildes, abandonados y afligidos”.

Oct12.jpg

14 de oct | Beato Gonzalo de Lagos, Sacerdote

Es uno de los pocos representantes portugueses en el santoral agustiniano. Nació –en torno al año 1360– en Lagos (Algarve), al sur de Portugal, uno de los lugares más soleados de Europa. Hijo de pescadores que faenaban en las aguas del Atlántico, Dios le llamó a ser pescador de hombres y en 1380 vistió el hábito agustiniano en Lisboa.

​

Ordenado sacerdote, su trabajo apostólico tuvo como destinatarios a los obreros, las gentes sencillas y los niños. Puso su formación teológica al servicio de la catequesis a los niños y no dudaba en ocuparse en distintas tareas manuales. Hombre con un gran sentido ascético de la vida, compositor de cánticos sagrados, excelente calígrafo, miniaturista, escribió varios libros corales. Fue prior de los más importantes conventos de la Provincia Portuguesa, como el de Lisboa y el de Santarem. En 1412, fue elegido prior del convento de Torres Vedras –no muy lejos de Lisboa–, donde permaneció hasta el final de su vida.Allí continuó su incansable actividad en el campo religioso, social y pedagógico, aliviando el sufrimiento de los pobres, que sentían por él afecto filial.

​

Murió el 15 de octubre de 1422 en Torres Vedras y fue sepultado en la iglesia conventual Virgen de Gracia de Torres Vedras.Todavía hoy se le invoca en Portugal como protector de la gente del mar y de la juventud. Pío VI confirmó su culto el 23 de mayo de 1778.

Oct14.jpg

20 de oct | Santa Magdalena de Nagasaki, Virgen y Mártir

Hija de nobles y fervientes cristianos, nació en 1611 en las proximidades de la ciudad japo- nesa de Nagasaki. Los padres y hermanos de Magdalena habían sido condenados a muerte y martirizados por su fe católica cuando ella era todavía muy joven.

​

En 1624 conoció a los beatos Francisco de Jesús y Vicente de San Antonio, agustinos recoletos, y atraída por su espiritualidad, se consagró a Dios como terciaria de su Orden. Los beatos le encomendaron la enseñanza del catecismo a los niños y pedía limosnas a los comerciantes portugueses para socorrer a los pobres.Tuvo que refugiarse en 1628 con los agustinos recoletos y miles de cristianos en las montañas de Nagasaki.Allí siguió ejerciendo su apostolado, primero bajo la coordinación y animación de los dos religiosos recoletos y luego por cuenta propia cuando fueron capturados ambos, en noviembre de 1629.

​

Vestida con su hábito de terciaria, en septiembre de 1634, se presentó valientemente ante los jueces.Al ver que era una joven de veinte o veintidós años, intentaron conquistarla con halagos que ella rechazó. La sometieron, entonces, a los peores suplicios. Finalmente, estuvo colgada trece días boca abajo con medio cuerpo metido en una hoya, hasta que una intensa lluvia inundó la fosa y Magdalena pereció ahogada. Los verdugos quemaron su cuerpo y esparcieron las cenizas en el mar. Sus restos desaparecieron, pero, pasados los siglos, el juicio de Dios y de la Iglesia sobre su vida, ganó para siempre la partida al olvido.

​

Fue beatificada en 1981 y canonizada por el Papa Juan Pablo II el 18 de octubre de 1987, coincidiendo con la Jornada Mundial de Oración por las Misiones.

Oct20.jpg

23 de oct | San Guillermo, eremita y Beato Juan Bueno, religioso

San Guillermo de Malavalle era francés, de noble cuna. Al regresar de una visita a Tierra Santa, decidió retirarse a la Toscana (Italia). Escogió la soledad de Malavalle, en la provincia de Grosseto, donde ocupó su vida en la oración, la mortificación y el silencio hasta 1157, fecha de su muerte.

Su sepulcro atrajo a muchos devotos que, tras la aprobación de los Papas Alejandro III e Inocencio III, comenzaron a venerarle como protector. La devoción a este santo ermitaño originó distintas fundaciones que pasaron a llamarse Orden de San Guillermo. Cuando años más tarde –en 1256–, fueron invitados, por iniciativa del Papa a formar parte de la Orden de San Agustín, ya estaban bastante extendidos y no todos aceptaron la unión.

​

El beato Juan Bueno nació en Mantua (Italia) hacia el año 1168 y murió el 1249. Huérfano de padre, comenzó a vagar como arlequín por varias regiones de Italia. Después de sufrir una grave enfermedad sintió la llamada de Dios y se instaló como ermitaño a pocos kilómetros de Cesena. Pronto se le unió un grupo de discípulos y así nació la Orden de los Hermanos de Juan Bueno o Juanbonitas, que se unieron a la Orden de San Agustín en 1256.

Su fisonomía espiritual era la de un hombre de cultura básica, humilde y caritativo, que exhortaba a sus oyentes al respeto y obediencia a los sacerdotes, los obispos y el Papa. Su teología consistía en participar en la Eucaristía y rezar con fervor algunas oraciones y salmos que repetía de memoria. Enriqueció este mínimo caudal doctrinal con el ejercicio de la virtud y una profunda espiritualidad. Se conservan sus restos en la catedral de Mantua.

​

Tanto la Congregación de Guillermo de Malavalle como la de Juan Bueno y otras, fueron integradas en la Orden de frailes ermitaños de San Agustín el 9 de abril de 1256, por una bula de Alejandro IV.

Oct23.jpg

Oct 25 | San Juan Stone, presbítero y mártir

Oct25.jpg

Juan Stone se encontraba en el convento agustiniano de Canterbury cuando el 14 de diciembre de 1538 llegó un emisario del rey Enrique VIII con la orden de cerrar la casa. Los religiosos o juraban fidelidad al rey, o huían fuera del país o afrontaban el riesgo del encarcelamiento. El padre Juan Stone tomó la decisión de negarse a firmar el juramento a la autoridad real.

​

Encarcelado, compareció ante Thomas Cromwell, consejero privado de Enrique VIII, pero nadie consiguió arrancarle la desobediencia a Roma. Se mantuvo firme en su convicción de que el rey “no podía ser cabeza de la Iglesia en Inglaterra, debiendo serlo un padre espiritual nombrado por Dios”, es decir, el Papa. Fue condenado a muerte por defender la unidad de la Iglesia y no someterse al rey Enrique VIII que había sido proclamado por el parlamento cabeza suprema de la Iglesia en Inglaterra.

​

En un primer momento, el Papa Clemente VIII honró a Enrique VIII con el título de Defensor de la fe por sus escritos contra Lutero, pero las tensiones entre Londres y Roma estallaron por asuntos matrimoniales que determinaron el cisma entre la Iglesia católica y la anglicana.

Condenado Juan Stone a sufrir la pena capital, fue ahorcado el 27 de diciembre de 1539 en una plaza de Canterbury. El Papa León XIII lo beatificó en 1886 y Pablo VI lo canonizó el 25 de octubre de 1970 junto con otros treinta y nueve mártires ingleses. El Papa Pablo VI decía en la ceremonia de canonización de Juan Stone junto con un grupo de mártires de Inglaterra y Gales: “La Iglesia y el mundo de hoy tienen suma necesidad de estos hombres y mujeres, de toda condición y estado de vida, sacerdotes, religiosos y laicos, porque únicamente personas de una estatura y santidad así, serán capaces de cambiar el rostro atormentado de nuestro mundo y de conducirlo por los caminos de la paz deseada íntimamente, aunque no siempre de modo consciente, por todo ser humano”.

bottom of page