Mensaje del Prior General en la Pascua de Resurrección: "Que sepamos perdonar y dar la vida por nuestros hermanos"
- P .Alejandro Moral Antón OSA
- 21 abr
- 3 Min. de lectura
Reproducimos el mensaje del Prior General, enviado por medio de la Secretaría General a todos los miembros de la Orden el 20 de abril de 2025, un día antes del fallecimiento del Papa Francisco.

Queridos hermanos y hermanas:
La noche del Sábado Santo, en la vigilia pascual, celebramos el misterio sobre el que se fundamentan nuestra fe, esperanza y caridad. Realmente, como proclamamos en la liturgia, "este es el día en que actuó el Señor, sea nuestra alegría y nuestro gozo".
Sea nuestra alegría y nuestro gozo porque la Resurrección de Jesús es el evento en el que gustamos la gloria definitiva, la salvación final, pues en ella se anticipa lo que un día nosotros podremos alcanzar eternamente. Con la fe en la Resurrección del Señor nace en nosotros el deseo y la esperanza de esa gloria última y eterna junto al Dios trino.
La Esperanza que surge del don de la Resurrección es el fundamento del Año Jubilar que estamos celebrando. El lema "peregrinos de esperanza" encuentra su razón de ser y su sentido en este evento pascual. También en él adquieren su verdadero valor las palabras de Nuestro Padre sobre nuestra condición de "peregrinos alejados de la patria de los santos" (Sermón 346B).
San Pablo nos dice que si Cristo no hubiera resucitado, vana sería nuestra fe y limitada nuestra esperanza (Cfr. 1Cor 15). ¿En qué nos afecta a nosotros? Sin la Resurrección no habría esperanza y se revelarían inútiles todos los esfuerzos por vivir de una manera diferente a la de los paganos. Nuestra fe sería vana y sin sentido. Pero, al igual que el Apóstol, también nosotros creemos plenamente en la Resurrección de Cristo y así sabemos que no corremos en vano. Esta es nuestra gran esperanza, la esperanza que transforma nuestra vida.
El Papa Francisco, reflexionando sobre este texto paulino, comentaba una mañana en la Eucaristía celebrada en la capilla de la Residencia Santa Marta: "No es fácil entender esto y, si pensamos, nunca llegaremos a una conclusión. Solo contempla, reza y agradece"
Sin embargo, no debemos olvidar que, en la historia de Jesús, la cruz constituye un elemento central que conecta su vida entre nosotros con la resurrección, dando sentido a todo el misterio pascual. El Resucitado es antes el Crucificado. La cruz manifiesta a un Dios que, en lugar de responder con violencia, absorbe el mal y ofrece el perdón.
San Pablo, poco amigo de metáforas, dice que Cristo no solo hizo suyos nuestros pecados, sino que él mismo se hizo pecado (2 Cor 5, 21). El Papa Francisco, reflexionando sobre este texto paulino, comentaba una mañana en la Eucaristía celebrada en la capilla de la Residencia Santa Marta: "No es fácil entender esto y, si pensamos, nunca llegaremos a una conclusión. Solo contempla, reza y agradece".
Durante estos días del Triduo Pascual hemos podido acompañar a Jesús y sentir el amor que Dios nos ha regalado por medio de su Hijo, quien dando la vida por nosotros nos ha enseñado el camino hacia la Vida y la resurrección.
Que también nosotros sepamos perdonar y dar la vida por nuestros hermanos, en nuestra particular pasión cotidiana, participación de la de Cristo, conscientes de que, sin la cruz, no puede haber resurrección y, sin resurrección, se desvanecería por completo la esperanza de una vida eterna junto a Dios.
¡Feliz Pascua de Resurrección! Un fraternal abrazo. P. Alejandro Moral Antón - Prior General de la Orden de San Agustín
