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178 elementos encontrados para ""

  • El Padre General y su asistente se suman a la fiesta del 40 aniversario de la Provincia del Santo Niño de Cebú: “Todo nuestro amor, gratitud y admiración”

    En el cuarto día de la novena que debía dar a paso al punto álgido de las celebraciones de este Sinulog, de esta conmemoración de la llegada del Santo Niño de la mano del cartógrafo, aventurero, capitán y sacerdote agustino Urdaneta en 1565 junto a la expedición de Legazpi a la entonces bautizada como Isla de la Reina del Sur -hoy Cebú-, el Prior General y su asistente para la región de Asia y Pacífico, el padre Tony Banks, concelebraron la Misa junto al gobierno provincial de los agustinos ante un abarrotado centro de peregrinos congregados para estas jornadas de fiesta, baile y Eucaristía. Según la oficina de seguridad de la Basílica del Santo Niño de Cebú, 5.000 personas -sin contar a aquellos que siguen las pantallas gigantes instaladas en los prolegómenos o las decenas de miles conectados en comunión a través de la cuenta de Facebook con sus más de 830.000 seguidores- acompañaron a la Orden en una de las 14 misas diarias que se ofertaron durante las celebraciones del “Pit Senyor”. “El trabajo solamente viene auspiciado por nuestro Dios” “Continúen estando ahí para la comunidad; hagan efectiva la fraternidad por la caridad. Es ahí cuando caemos en la importante necesidad de estar unidos. Necesitamos este tipo de fraternidad; de comunidad y comunión. Realmente lo necesitamos”, exhortaba el Prior General a sus hermanos agustinos durante estos días de celebraciones. Por su parte, el padre Tony Banks, en la homilía, reconoció la gracia del Santo Niño en la buena fortuna de los agustinos en la zona central de las Islas Bisayas. “El padre General y toda la Curia solamente pueden manifestar nuestra gratitud y admiración; nuestro amor”. “Todos sabemos -proseguía el asistente general- que el trabajo solamente viene auspiciado por nuestro Dios, el primero y único Santo Niño que nos transforma a todos”. Arropando a la Provincia en su aniversario, al General, a su asistente y, en las jornadas posteriores, a la oficina de comunicación de la Curia estuvieron el recién nombrado como Prior Provincial de la Provincia del Santo Niño de Cebú, el padre Andrew Batayola; su predecesor, el padre Andrés Rivera; el padre Dante Bendoy, prior provincial de la Provincia Agustiniana del Santísimo Nombre de Jesús de Filipinas; el padre Jan Pieter Fatem, vicario superior de Indonesia y el padre Pacifico Nohara Jr., viceconsejero de la delegación de Korea. A su vez estuvo el recién elegido como presidente de los superiores de la Orden de San Agustín en Asia y Pacífico (OSAAP), el padre Wilson Viswanath Injarapu. El epicentro de la catolicidad en el trópico La Orden de San Agustín el pasado 15 de enero volvió a poner una muesca en la correa del tiempo que los frailes, religiosas y laicos agustinos llevan en la transmisión de la y vitalidad del Evangelio, con la mirada atenta para extender la mano al otro, con quien, en este archipiélago de 4,8 millones de personas, es bastante sencillo encontrarse: está en cualquier acera, en cualquier esquina; y detrás de su rostro anónimo asoma escrito un nombre propio y la determinación para seguir caminando en el día a día de la dificultad, la belleza y la esperanza con fundamento en lo cotidiano, en sus trajines diarios, en su Misa, en su escuela, en su familia, en su comunidad.

  • Un encuentro inesperado desde tierras muy lejanas: las agustinas de Lecceto acogen a hermanos agustinos de Corea, India, Filipinas y Australia

    Los días previos a la celebración del Curso de Superiores Provinciales en la Curia General de Roma, el Asistente General para Australia y Oceanía, el P. Tony Banks, estuvo acompañando a cinco frailes jóvenes de la Orden venidos desde la otra parte del mundo para conocer algunos enclaves destacados como Lecceto, Pavía y San Gimignano. El domingo 7 de enero, celebración del Bautismo del Señor,  el monasterio de las hermanas agustinas de Lecceto, en Siena, Italia, recibió “con alegría” la visita del Consejero General, el P. Tony Banks y otros cinco frailes de la zona de Australasia. A saber: el P. Salesio Yang y el P. Andrea DaeGon, de Corea del Sur; el P. Akhil Joseph, de la India, el P. Johnny Esmilla, de Filipinas y el P. Percival Sevare de Australia. El motivo de esta “singular” comitiva peregrinando por distintos lugares privilegiados de la Orden de San Agustín en Italia no fue otro que conocer un poco más de cerca  nuestra historia y legado antes de asistir al curso de Secretarios Provinciales que tuvo lugar en Roma durante la segunda semana de enero en la Curia General, en Roma. “Una oportunidad de conocer a hermanos de tierras lejanas” “Fue una gran experiencia de comunión”, cuentan las hermanas de Lecceto, donde tras visitar el claustro y celebrar la Eucaristía con la comunidad, pudieron disfrutar “todos juntos de un bonito encuentro en torno al fuego de la chimenea del convento”. “Fue, además, una oportunidad de conocer a frailes de tierras lejanas y experimentar cómo el pertenecer a la misma Orden nos hermana en el Espíritu”. Nuestras hermanas de Lecceto, al igual que nuestros hermanos de Pavía y San Gimignano, nos han tratado estupendamente y por ello le estamos profundamente agradecidos “Para muchos de ellos ha sido una oportunidad de tocar, conectar y vivir muy cerca la historia y desarrollo de la Orden”, asegura el padre Tony Banks a la oficina de comunicación de la Curia. “Nuestras hermanas de Lecceto, al igual que nuestros hermanos de Pavía y San Gimignano, nos han tratado estupendamente y por ello le estamos profundamente agradecidos”. A modo de despedida, en una breve nota mandada a esta oficina, las hermanas de Lecceto han querido dar gracias “al Señor Jesús por este encuentro”. “Rezamos por ellos, para que el camino que han realizado estos días en Italia tras las huellas del Santo Padre Agustín y de los Santos Agustinos les fortalezca en la fe y en el amor a la Orden y a la Iglesia”.

  • Formadores y promotores vocacionales de cinco circunscripciones africanas se reúnen en Nigeria

    El P. Joe Farrell, responsable junto al padre Lam -quien no pudo asistir por un problema con el visado- de la Comisión Internacional de Formación Inicial y Promoción Vocacional Agustiniana, nos relata el transcurso de esta semana de diálogo, intercambio y nuevos retos para fortalecer la formación y pastoral vocacional en África. A lo largo de la tercera semana de enero ha tenido lugar en Abuya, Nigeria, el primer taller de trabajo presencial de Promotores Vocacionales Agustinianos y Directores de Formación de la región de África. Una serie de charlas, conferencias, encuentros y debates, organizados en el centro de retiros dirigido por las Hermanas del Divino Amor en la capital del país nigeriano, donde está participando, entre otros, el P. Joseph Farrell, Vicario General y Consejero para América del Norte, en compañía del P. Anthony Kanu, Provincial de Nigeria. “Estoy muy contento con la participación de los frailes de esta región -apuntaba el padre Farrell a la oficina de comunicación-.  Están colaborando en la discusión de las distintas experiencias que cada quien tiene. Hay una participación activa y un clima de diálogo muy sano, donde se están pudiendo aclarar muchos aspectos”. El buen desarrollo de este encuentro confirma el deseo del Comité de Planificación, en palabras del Consejero General, “de seguir contando con estos talleres presenciales y regionales” que sirven de complemento a la formación on-line que se está llevando a cabo. Cabe recordar que este es el segundo encuentro regional presencial después del que tuvo lugar el pasado mes de noviembre en la Provincia de Villanova, en los Estados Unidos, y que aunó a representantes de las tres provincias norteamericanas. Pedagogía y liderazgo agustiniano: temas centrales del encuentro Esta semana en Abuya comenzó con las intervenciones del padre Gary McCloskey, de la provincia de Villanova, quien habló sobre Pedagogía Agustiniana, mientras que el P. Matthew Ngimbi, del Vicariato de Kenia, pudo presentar sus tesis a propósito del Liderazgo Agustiniano en nuestro tiempo. La moderación de las distintas intervenciones de este nuevo encuentro de formadores y promotores vocacionales corre a cargo del P. Jude Ossai, de la Provincia de Nigeria y colaborador del Instituto de Espiritualidad Agustiniana. Kenia, Congo, Togo, Bélgica y Nigeria ahondaron durante estos días sobre las bases y claves de los programas de formación inicial para la Región de África. Bogotá, Colombia, el próximo destino del Encuentro La próxima parada presencial de este curso de nueve meses de duración será en Bogotá, Colombia, en el mes de marzo, mientras que la última semana de estos talleres será en Iloilo, Filipinas, en el mes mayo.  Este proyecto es posible gracias a la colaboración entre el Instituto de Espiritualidad Agustiniana y la Comisión Internacional de Formación Inicial y Promoción Vocacional Agustiniana.

  • El P. Bill Atkinson OSA: la increíble historia del primer sacerdote tetraplégico de la Iglesia Católica

    La Orden de San Agustín cuenta con innumerables testimonios de hombres y mujeres que en su paso por el mundo dejaron estelas de santidad y que al día de hoy son fuente de inspiración para todos los que siguen la espiritualidad de San Agustín. Tal es el caso del P. Bill Atkinson, O.S.A, siervo de Dios, cuya vida es una increíble historia del amor de Dios a cada uno. Aquí te la contamos. ¿Quién fue el padre Bill Atkinson? William Edward Atkinson, futuro P. Bill Atkinson, nació el 4 de enero de 1946 en Filadelfia, Estados Unidos. Fue uno de los tres hijos y cuatro hijas de Allen Atkinson y Mary Connelly. Asistió a la escuela primaria St. Alice y a la secundaria Mons. Bonner, y al graduarse en 1963 pidió ingresar en la Orden Agustiniana. Pasó un año como postulante en la Academia Agustiniana de Staten Island, Nueva York, y luego ingresó en el noviciado de Nuestra Madre del Buen Consejo de la Provincia de Villanova, en New Hamburg, Nueva York, el 6 de septiembre de 1964. Bill era un joven activo como cualquiera de su edad: rubio y de ojos azules, guapo y atlético. Compartía su enérgica personalidad con su hermano Al, quien era jugador de fútbol americano profesional y llegaría a ganar la Super Bowl en 1969 con los New York Jets. También compartían la inquietud por la vocación sacerdotal, pero finalmente fue Bill quien se sintió realmente llamado. Y fue así como, siendo un seminarista de 19 años, decidió durante un recreo lanzarse en trineo junto a 3 compañeros más por una montaña nevada dentro de los terrenos del noviciado. Sin embargo, lo que inició como una diversión aquel 22 de febrero de 1965 culminó como tragedia, ya que durante el descenso de casi cuatrocientos metros, el trineo de Bill se estrelló contra un árbol, afectando gravemente su columna vertebral. Ingresó al hospital sin que tuvieran esperanzas de que sobreviviera, pero lo hizo, y luego de 14 meses en el hospital, le dieron de alta con una tetraplejía que lo dejó inmovilizado del cuello para abajo: debía mantener sujeta la cabeza artificialmente para que no se le cayera, y solo después de años de rehabilitación consiguió un poco de autonomía mediante una silla con motor y la utilización de un lápiz con la boca. El primer sacerdote tetraplégico de la Iglesia Católica Posteriormente a su accidente y siendo una sorpresa para muchos, Bill Atkinson manifestó su deseo de continuar su formación como padre agustino, deseo que fue acogido amorosamente por la Orden a pesar de todos los cuidados y atenciones que esa decisión implicaba. Así fue como llegó a St. Mary's Hall, Universidad de Villanova, la Casa Colegial de Formación de la Provincia, donde un equipo de agustinos le formaba especialmente. En 1970 profesó los votos simples, en 1973 los votos perpetuos y con una dispensa especial del Papa Pablo VI, el Padre Bill fue ordenado sacerdote en su parroquia natal de Santa Alicia en Upper Darby, PA, el 2 de febrero de 1974, casi nueve años después de su accidente. Realizó su primera Misa en el Fieldhouse de la Universidad de Villanova gracias a un sistema especial en las manos que le permitió tocar la sagrada forma para consagrarla. El padre Bill era famoso por su maravilloso sentido del humor Durante casi treinta años, entre 1975 y 2004, el padre Bill estuvo destinado en el instituto Monseñor Bonner, donde se había graduado. En Bonner enseñó Teología, sobre todo a los del último año. También fue asistente del capellán de la escuela, coordinador de retiros de la clase senior, moderador del equipo de fútbol y director del programa de recuperación después de la escuela y los sábados, conocido como JUG, Justicia Bajo Dios. El padre Bill era famoso por su maravilloso sentido del humor pero también por su disciplina y orden en el aula. Los alumnos y profesorado le reconocían como un excelente profesor, un moderador alentador y un confesor compasivo. Recibió muchos premios y reconocimientos, entre ellos un doctorado honoris causa de la Universidad de Villanova en el año 2000. En 2004, el P. Bill se trasladó a la Unidad de Cuidados Sanitarios del Monasterio de Santo Tomás de la Universidad de Villanova, y falleció el viernes 15 de septiembre de 2006 por la tarde, rodeado de sus seres queridos. Fue enterrado a la mañana siguiente en la sección agustiniana del cementerio del Calvario, West Conshohocken, Pa. Un simposio para dar a conocer la Causa del P. Bill Atkinson Gracias a la extraordinaria vida llena de virtudes del P. Atkinson, el P. Josef Sciberras, Postulador General de la Orden, introdujo la Causa para la beatificación del padre Bill luego de que un grupo de amigos y conocidos de Atkinson se reunieran con él en Roma en el 2014 convencidos de su santidad. Estos pasos alcanzaron el reconocimiento de sus virtudes heroicas y el título de Siervo de Dios de la Iglesia Católica. Con el fin de darle mayor visibilidad a la Causa, la Provincia de Villanova organizó, junto a la Universidad de Villanova, un simposio para hablar sobre el testimonio de vida de Bill y las experiencias de quienes tuvieron la dicha de ser tocados en sus propias vidas por él. Entre los oradores que participaron en el simposio estuvo el Dr. Brendan T. Sammon, Ph.D., profesor asociado en la Universidad de St. Joseph, quien habló sobre diferentes aspectos de la espiritualidad de la discapacidad. También  monseñor Nelson J. Pérez, D.D., arzobispo de Filadelfia, compartió sus reflexiones sobre el valor de la Comunión de los Santos y algunas de las muchas lecciones que podemos aprender de la vida del padre Bill. Durante la tarde tuvo lugar la charla del P. Thomas F. Dailey, OSFS, Profesor de Teología en el Seminario St. Charles de Filadelfia, sobre el proceso de canonización del P. Bill Atkinson, O.S.A.  La actividad culminó con una mesa redonda en la que participaron cuatro personas muy allegadas al P. Bill: su hermana Joan Mullen; su alumno y cuidador Ted Donnelly; Anne Marie Dolceamore, subdirectora de la Escuela Secundaria Católica Monsignor Bonner & Archbishop Prendergast, que le atribuye una curación significativa en su vida a la intercesión del P. Bill; y Michael Gaynor, director ejecutivo de admisiones de pregrado en la Universidad de Villanova, que habló tanto como un amigo del P. Bill, como como cuidador propio de sus hijos discapacitados.

  • Las monjas de Lecceto acogen a cinco frailes agustinos venidos "desde tierras muy lejanas"

    Los días previos a la celebración del Curso de Superiores Provinciales en la Curia General de Roma, el Asistente General para Australia y Oceanía, el P. Tony Banks, estuvo acompañando a cinco frailes jóvenes de la Orden venidos desde la otra parte del mundo para conocer algunos enclaves destacados como Lecceto, Pavía y San Gimignano El domingo 7 de enero, celebración del Bautismo del Señor,  el monasterio de las hermanas agustinas de Lecceto, en Siena, Italia, recibió “con alegría” la visita del Consejero General, el P. Tony Banks, y otros cinco frailes de la zona de Asia y el Pacífico. A saber: el P. Salesio Yang y el P. Andrea DaeGon, de Corea del Sur; el P. Akhil Joseph, de la India, el P. Johnny Esmilla, de Filipinas y el P. Percival Sevare de Australia. El motivo de esta “singular” comitiva peregrinando por distintos lugares privilegiados de la Orden de San Agustín en Italia no fue otro que conocer un poco más de cerca  nuestra historia y legado antes de asistir al curso de Secretarios Provinciales que tuvo lugar en Roma durante la segunda semana de enero en la Curia General, en Roma. “Una oportunidad de conocer a hermanos de tierras lejanas” “Fue una gran experiencia de comunión”, cuentan las hermanas de Lecceto, donde tras visitar el claustro y celebrar la Eucaristía con la comunidad, pudieron disfrutar “todos juntos de un bonito encuentro en torno al fuego de la chimenea del convento”. “Fue, además, una oportunidad de conocer a frailes de tierras lejanas y experimentar cómo el pertenecer a la misma Orden nos hermana en el Espíritu”. “Para muchos de ellos ha sido una oportunidad de tocar, conectar y vivir muy cerca la historia y desarrollo de la Orden”, asegura el padre Tony Banks a la oficina de comunicación de la Curia. “Nuestras hermanas de Lecceto, al igual que nuestros hermanos de Pavía y San Gimignano, nos han tratado estupendamente y por ello le estamos profundamente agradecidos”. A modo de despedida, en una breve nota mandada a esta oficina, las hermanas de Lecceto han querido dar gracias “al Señor Jesús por este encuentro”. “Rezamos por ellos, para que el camino que han realizado estos días en Italia tras las huellas del Santo Padre Agustín y de los Santos Agustinos les fortalezca en la fe y en el amor a la Orden y a la Iglesia”.

  • Bolivia aborda junto al Prior General su último Capítulo Ordinario con "buen ánimo, esperanza y grandes expectativas"

    Los días 28 y 29 de diciembre tuvo lugar el Capítulo Provincial Ordinario del Vicariato de Bolivia, en el que también estuvieron presentes el Asistente General para América Latina, P. Alex Lam; el ecónomo general de la Orden, P. Franz Klein; el provincial de Chile, P. Ignacio Busta y su consejero provincial, el P. Juan Carlos Ayala “La profundización en la vida fraterna, la promoción vocacional y la sostenibilidad económica”. Estos han sido los tres puntos clave del programa vicarial para el próximo periodo que se abre tras la conclusión del último Capítulo Ordinario de Bolivia. Arropados por el P. Alejandro Moral, su asistente general para América Latina y el provincial de Chile, nuestros hermanos del Vicariato vivieron unas jornadas de reflexión compartida sobre el futuro de la circunscripción, el reconocimiento del servicio prestado por el padre Marcelo Ramírez; vicario hasta la elección del hermano Eduardo Paredes. “En esta elección hay una peculiaridad -refería el P. Lam- y es que el hermano Paredes, al no ser sacerdote, va a requerir de un permiso especial” para poder acometer su nueva responsabilidad. Además de la elección del vicario, se formó también un nuevo equipo de gobierno, aprobado en por el provincial de Chile, puesto que el vicariato de Bolivia es de su atribución. Unidad, intercambio y comunicación con la Provincia de Chile Una vez más, el padre Ignacio, redobló su compromiso para colaborar en el desarrollo y crecimiento del vicariato, mostrando una gran disponibilidad y ofreciendo vías de comunicación la provincia del país andino. Esto, según apunta el P. Lam, manifiesta la “importancia de un intercambio fluido” entre los órganos de gobierno de ambos países para el crecimiento de la Orden en los territorios implicados. En este sentido, se trabajó el programa vicarial de los próximos años, y con ese ánimo, en palabras del Asistente General, “se comienza una etapa nueva en la que se esperan posibilidades renovadas para el vicariato, con un servicio de gobierno aún más ágil, más resolutivo y más comunicativo”. Todo ello enmarcado en una gran expectativa de mejora y de esperanza en este nuevo período.

  • Agregadas a la Orden de San Agustín las Hermanas Ursulinas de Malta

    El pasado 22 de diciembre, en la Iglesia de la Sagrada Familia situada en la ciudad de Tas-Sliema, Malta, tuvo lugar una sencilla pero significativa ceremonia en la que se entregó el decreto de agregación a la Orden de San Agustín a la Congregación de las Hermanas Ursulinas de Santa Ángela Merici El decreto, con fecha del pasado 28 de agosto de 2023, fue entregado tras una Misa de acción de gracias a la Superiora General Madre Magdalena Cauchi USAM por el P. Javier Pérez Barba, Asistente General para Europa del Sur, en nombre del Prior General. Durante el acto, estuvieron muchas hermanas de la congregación, el Prior Provincial de los Agustinos en Malta -P. Leslie Gatt-, el Ecónomo Provincial -el padre Pierre Desira-  y el Postulador General de la Orden, el P. Josef Sciberras. En la actualidad, la Congregación es de derecho diocesano, cuenta con más de 60 hermanas y está presente en 8 comunidades de la isla de Malta. Anteriormente, tenían ramas en Italia e Inglaterra. El carisma fundacional del instituto -basado en los principios de la Regla agustiniana, el ejemplo de Santa Ángela Merici y las directrices dadas por el fundador, gran apóstol de la caridad hacia los más necesitados- es difundir e implantar la caridad entre los niños y adolescentes que no pueden vivir en sus familias naturales por diversas razones, y apoyar a las familias que tienen dificultades para mantener y educar a sus hijos. Sobre las Hermanas Ursulinas de Malta Fundadas por el Siervo de Dios Isidoro dei Conti Formosa Montalto (La Valeta, 1851- La Valeta, 1931) en 1887, durante su vida, el padre Isidoro mantuvo una estrecha relación con los religiosos Agustinos del convento de San Agustín de La Valeta, ya que había nacido y vivido durante muchos años a poca distancia de dicho convento. Además, al comienzo de su ministerio sacerdotal, fue nombrado capellán y confesor de las monjas agustinas de vida contemplativa del monasterio de Santa Catalina de Alejandría de la misma ciudad natal. Estos fueron elementos que, entre otras cosas, le familiarizaron tanto con la Regla agustiniana como con el estilo de vida de la Orden, basado en la búsqueda de Dios en la vida común y el servicio a la Iglesia. Quiso incluir estos elementos en su fundación religiosa, deseando que las hermanas profesaran la regla del hiponense. Pocos meses después de la fundación, Formosa pidió al Prior General de la Orden, P. Sebastiano Martinelli OSA, que le concediera la gracia de la afiliación a él personalmente y al primer núcleo de hermanas, que ya habían profesado la Regla de San Agustín. Martinelli concedió esta gracia en diciembre de 1889, extendiendo los privilegios y gracias a las futuras generaciones de hermanas. En 1935 esta afiliación fue renovada por el Prior General Eustasio Esteban OSA. Teniendo en cuenta la reforma postconciliar de las Constituciones de la Orden, en la que se distingue entre la afiliación de individuos y la agregación de congregaciones religiosas que desean unirse espiritualmente a la Orden, la Superiora General de las Ursulinas de Santa Ángela Merici, con el consentimiento de su consejo, solicitó al Prior General de la Orden el decreto de agregación, renovando así el vínculo espiritual que nació con el propio fundador de la congregación allá por 1889. Este vínculo, a lo largo de las décadas, se ha expresado de diversas maneras y formas de colaboración con los frailes agustinos de Malta. La causa de beatificación y canonización del Siervo de Dios Isidoro dei Conti Formosa Montalto, sacerdote diocesano e hijo de la Orden, ahora pasa a estar bajo responsabilidad de la Postulación General de la Orden.

  • La Navidad en los sermones de San Agustín: “Yace en un pesebre, pero contiene al mundo”

    Como cada año, ante la llegada de la Navidad, nuestras calles se llenan de luces y guirnaldas, nuestras mesas de deliciosas viandas y nuestros armarios de regalos. Las comidas con seres queridos se prolongan hasta el crepúsculo, mientras las conversaciones en la mesa y los sonidos de los cubiertos sobre la vajilla dan paso a los villancicos y las guitarras, en una especie de oda a la alegría de vivir y, sobre todo, de estar juntos. Y como cada año, al mismo tiempo, la Navidad se presenta como algo único, como algo siempre antiguo y siempre nuevo; se presenta, al fin y al cabo, como una oportunidad de valorar lo externo pero, al mismo tiempo, trascenderlo, para ir a la esencia y a la fuente de todo. Porque sin ésta, sin la esencia y la fuente, las luces y las guirnaldas, los manjares y los regalos, e incluso los villancicos y las guitarras en torno a la mesa son ritos vacíos y superficiales privados de su verdadera causa y razón de ser. Sería, quizá, como reírnos sin acordarnos de por qué lo hacemos. Los sermones de San Agustín, escritos en una época donde la Navidad se celebraba más en el contenido que en el continente, son hoy más que nunca un fogonazo de luz para ayudarnos a volver nuestra mirada hacia el núcleo de la fiesta y así poder celebrarla con una alegría nueva y completa; ampliando el disfrute de quienes nos acompañan. De lo temporal a lo eterno Precisamente, una de las constantes de los sermones del obispo de Hipona sobre el nacimiento de Cristo es este pasar de lo inmanente a lo trascendente, de lo temporal a lo eterno, de lo visible a lo invisible. “Yace en un pesebre, pero contiene al mundo; toma el pecho, pero alimenta a los ángeles; está envuelto en pañales, pero nos reviste de inmortalidad; es amamantado, pero adorado; no halla lugar en el establo, pero se construye un templo en los corazones de los creyentes”. (Sermón 190, 4) “Celebremos, por tanto, ¡oh cristianos!, no el día de su nacimiento divino, sino del humano, es decir, el día en que se amoldó a nosotros, para que, por mediación del invisible hecho visible, pasemos de las cosas visibles a las invisibles”. (Sermón 190, 2) Constantemente, Agustín explicita el misterio de la Encarnación, de Dios hecho hombre, como un contraste con las cosas del mundo de las que se reviste o, mejor dicho, a las que se somete el creador del mundo, enfatizando así la grandeza de un Dios-con-nosotros. Esta continua contraposición, de hecho, desemboca constantemente en el Amor de Dios por los hombres, que puso su morada en medio de nosotros. “Así, pues, aquella Palabra única de Dios, aquella vida, aquella luz de los hombres es el Día eterno; en cambio, este día, en que, al unirse a la carne humana, se hizo como esposo que sale de su lecho nupcial ahora es hoy, pero mañana será ayer. Sin embargo, el día de hoy ensalza al Día eterno, porque el Día eterno, al nacer de la Virgen, hizo sagrado el día de hoy. ¡Qué alabanzas tributaremos, pues, al amor de Dios! ¡Cuántas gracias hemos de darle! Tanto nos amó que por nosotros fue hecho en el tiempo Aquel por quien fueron hechos los tiempos, y en este mundo fue menor en edad que muchos de sus siervos el que era más antiguo que el mundo por su eternidad.” (Sermón 188, 2) “¿Dónde te hallas por mí? En un establo angosto, envuelto en pañales, en un pesebre.” (Sermón 196, 3) La exultación de un corazón humilde Ante semejantes maravillas, la consecuencia necesaria de este misterio de salvación, por el que Dios se ha hecho hombre para salvar al hombre, es la exultación y el gozo. Ciertamente, frente a la grandeza de Dios y ante el desborde de gracias para con los hombres, la única respuesta posible del cristiano es la del Magnificat, proclamar la grandeza del Señor, porque se hace presente en nuestra debilidad y en nuestra pequeñez. “Por tanto, celebremos el nacimiento del Señor con la asistencia y aire de fiesta que merece.(...) Exultad de gozo vosotros, los justos: ha nacido el que os justifica. Exultad vosotros, los débiles y los enfermos: ha nacido el que os sana. Exultad vosotros, los cautivos: ha nacido el que os redime. Exulten los siervos: ha nacido el Señor. Exulten los hombres libres: ha nacido el que los libera. Exulten todos los cristianos: ha nacido Cristo.” (Sermón 184, 2) Para San Agustín, por tanto, no se entiende la Navidad sin la alegría. Sin embargo, esta alegría sólo puede ser recibida y celebrada si se posee un corazón humilde, capaz de reconocer la propia debilidad y la grandeza del acontecimiento de Dios hecho hombre. De lo contrario, no hay posibilidad alguna de regocijo. “Un año más ha brillado para nosotros -y hemos de celebrarlo hoy- el nacimiento de nuestro Señor Jesucristo, gracias al cual la Verdad ha brotado de la tierra y el Día del Día ha venido a nuestro día. Alegrémonos y regocijémonos en él. La fe cristiana atesora lo que nos ha aportado la humildad de persona tan excelsa, de lo que está vacío el corazón de los incrédulos, dado que Dios escondió estas cosas a los sabios e inteligentes y las reveló a los pequeños. Posean, por tanto, los humildes la humildad de Dios para llegar, con tan grande ayuda, cual montura para su debilidad, a la excelencia de Dios. En cambio, aquellos sabios y prudentes que buscan la sublimidad de Dios sin creer en su humildad, al prescindir de ésta, tampoco alcanzan aquélla; por su vaciedad y levedad, su hinchazón y altivez, quedaron como colgados entre el cielo y la tierra, en el espacio intermedio propio del viento. Son sabios e inteligentes, pero según este mundo, no según el creador del mundo.” (Sermón 184, 1) Sólo de esta manera la Navidad será una celebración de júbilo en el sentido pleno, ya que sin la conciencia de este Amor y la humildad para reconocerlo, nos seguirá faltando el vino (cf. Jn 2, 3) y nuestra fiesta no será fiesta. Corramos, pues, con San Agustín, a adorar a aquél que quiso ser hombre por nosotros, convertido en niño, para que crezcamos con él. (Sermón 196, 3)

  • Monseñor Luis Marín sobre san Juan XXIII: “Su ejemplo nos invita a cumplir siempre la voluntad de Dios”

    La Parroquia San Manuel y San Benito, de Madrid, acogió la presentación del libro «Te hablo al corazón. Autobiografía de san Juan XXIII» (Editorial San Pablo), escrito por el subsecretario del Sínodo de los Obispos, el agustino monseñor Luis Marín «Espero que las palabras de este hombre de Dios que fue Angelo Giuseppe Roncalli, el Papa san Juan XXIII, lleguen directamente al corazón y, como la semilla que cae en buena tierra, den fruto abundante». Monseñor Luis Marín de San Martín, agustino, subsecreterio del Sínodo de los Obispos, es especialista en la figura y el pensamiento de san Juan XXIII, sobre el que ha escrito varios libros, artículos y publicaciones de carácter histórico. Precisamente su última publicación es la que le citó en la Curia Provincial de Madrid para compartir con un nutrido grupo de asistentes algunas peculiaridades de la vida, obra, gestos, carismas e impulsos que el Papa Juan XXIII  ofreció a la vida de la Iglesia. Durante el acto, en el que estuvo acompañado, tal y como cuenta la Provincia de San Juan de Sahagún, por el cardenal Mario Grech y la presidenta de Acción Católica, Eva Fernández, hubo ocasión para escuchar las palabras del Prior General de la Orden de San Agustín, el P. Alejandro Moral; del Prior Provincial, el P. Domingo Amigo, del director editorial de San Pablo, el P. Rafael Espino,  con el apoyo en la moderación del acto, del secretario de la Provincia San Juan de Sahagún, el P. Carlos Alonso. Fidelidad al depósito de la fe Mons. Luis Marín inició su intervención señalando que no hay persona más revolucionaria que un cristiano que se toma en serio su fe y obra en consecuencia. «Esto es un santo. Y esto es lo que fue Juan XXIII”, resumió Luis Marín al comenzar su intervención. El obispo agustino explicó que el secreto del éxito del Papa conciliar fue “buscar, vivir y testimoniar siempre la voluntad de Dios”. Durante la presentación del libro, a la que asistieron familiares y amigos del obispo agustino, tanto Mons. Luis Marín como el cardenal Grech y Eva Fernández insistieron en la huella que el pontificado de Juan XXIII ha dejado en la historia de la Iglesia y señalaron que su figura resulta de enorme actualidad en el contexto del proceso de renovación profunda que vive la Iglesia. «Él, que inició con el Concilio Vaticano II un proceso de reforma y revitalización, en fidelidad al depósito de la fe y en diálogo con el mundo contemporáneo -se puede leer en el libro-, nos habla de humildad, obediencia, disponibilidad, valentía, paciencia y caridad. Su ejemplo nos invita a cumplir siempre y totalmente la voluntad de Dios».

  • Mensaje de Navidad del Prior General de la Orden de San Agustín: “Trabajemos por la paz entre los hombres”

    El padre Alejandro Moral Antón se ha dirigido a toda la familia agustina para desearles unas felices navidades y compartir con todos nosotros cómo en este contexto de “guerra, de situaciones políticas inhumanas y de represión”, “el amor” es capaz de “cambiarlo todo” o “mejor dicho, el amor nos lleva a afrontarlo todo de diferente manera”. “La esperanza que nace del amor nos ayuda a ver como gracia aquello que anteriormente no tenía sentido”. Lee a continuación el mensaje completo Queridos hermanos, hermanas y laicos agustinos: Durante el tiempo de Adviento hemos invocado repetidamente: ¡Ven, Señor Jesús! Es un profundo deseo que, a medida que se ha ido acercando el día 24 de diciembre, ha ido, también, creciendo en nuestro corazón. Pocas veces había visto este anhelo por la venida del Mesías; expresándose con tanta fuerza entre los creyentes de las distintas partes del mundo. Pienso que quizá en parte se deba al desencanto que nos han provocado las guerras, a que ha aumentado el abismo entre pobres y ricos, al grupo creciente de migrantes y refugiados debido a situaciones políticas inhumanas y de represión... Hemos desperdiciado una vez más la esperanza en proyectos humanos, siempre demasiado egoístas, en vez de depositarla en el único que no defrauda y cuya Palabra no pasa jamás. Ante esta oscuridad, la venida del Señor se presenta como una verdadera estrella de luz y una nota de esperanza. Ante ella el corazón abre sus puertas para recibir al Hijo de Dios y llenarse de su amor. Se desborda la alegría y vivimos este tiempo como un verdadero don. Como salvación. Hoy, como hace 2000 años, necesitamos tener la actitud que llevó a los pastores a escuchar la voz y el canto de los ángeles. El silencio es la actitud que nos va a ayudar a recibir un mensaje del que estamos sedientos. Tenemos sed de fraternidad. Sed de amor. Sed de Dios. Necesitamos oír la palabra Paz. Vivamos el silencio y la humildad en la que llega el Niño. “Os invito esta Navidad a ser personas de Paz” Acerquémonos a Él con sencillez. Con un corazón abierto. Necesitamos sanar nuestros corazones con el amor de Dios que nos transmite y regala su Hijo. La experiencia del amor gratuito nos renueva, nos hace más nosotros mismos, nos ayuda en la relación con los demás. Estamos hambrientos de buenas noticias y ésta es la mejor de todas porque en la Encarnación descubrimos que Dios es Amor. El encuentro con Él nos va a llevar a renovar nuestra esperanza. A ver nuestra propia vida, a los otros y el mundo de una manera nueva. Vivamos con profundidad y agradecimiento este momento, este encuentro. Dios se abaja, se hace hombre. Uno más como nosotros. A nosotros nos eleva. Asume nuestra naturaleza humana para llevarnos a Dios. Nos libra de todos los males. Con Él la oscuridad desaparece, se vuelve luz. Ahora sí vemos el camino. Ya podemos avanzar sin miedo a caer. Ya no somos ciegos porque Él es la luz. El amor lo cambia todo: las enfermedades, la pobreza, los egoísmos y tristezas, los dolores... mejor dicho, el amor nos lleva a afrontarlo todo de diferente manera. La esperanza que nace del amor nos ayuda a ver como gracia aquello que anteriormente no tenía sentido. Con la venida de este Niño, los ángeles anuncian la Paz: “Paz en la tierra a los hombres de buena voluntad”. La Paz es el don más deseado pero que se nos escapa tan fácilmente porque la soberbia no nos permite que vivamos en diálogo y fraternidad, en comunión y movidos por los sentimientos más humanos y profundos de nuestro ser. Os invito esta Navidad a ser constructores de Paz. Trabajemos por la Paz; por la interior; por ser personas de Paz; por la Paz entre todos los hombres. Que el Amor de Dios nos ayude a todos a vivir como auténticos hermanos. En Paz. Construyendo la Fraternidad y la Casa Común que el Creador nos ha dado. ¡Feliz Navidad a todos, queridos hermanos, hermanas y laicos agustinos! P. Alejandro Moral Antón Prior General, OSA

  • Los superiores y superioras generales se encuentran con el Papa Francisco tras la conclusión del Sínodo

    Durante los días 22, 23 y 24 de noviembre tuvo lugar, por primera vez en su historia, el encuentro entre los superiores y superioras generales en la Casa de Espiritualidad "Fraterna Domus" de Sacrofano, Roma. Organizado por los consejos ejecutivos de la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG) y de la Unión de Superiores Generales (USG), el Prior General de la Orden de San Agustín, el Padre Alejandro Moral, participó en estas jornadas de reflexión y discernimiento que aunaron a cerca de 240 personas en torno al recién concluido Sínodo de los Obispos. “Sinodalidad: Una llamada renovada a la profecía de la Esperanza” Testimonios, mesas redondas de trabajo, conferencias y el eco de aquellos que vivieron de primera mano la experiencia sinodal. Reencuentro, participación activa y comprensión de los distintos entornos culturales para el devenir de la Iglesia, sus retos, dificultades y esperanzas en la senda de la sinodalidad. Estos fueron, junto a la audiencia privada con el Papa Francisco, los principales actos que tuvieron lugar durante esta asamblea, en la que el Papa animó a seguir por el camino del diálogo hacia la unión entre los generales de las ramas masculinas y femeninas. “Durante las dos horas de encuentro que tuvimos con el Santo Padre pudimos compartir todas nuestras inquietudes en aquellos temas que presenta la actualidad de la Iglesia”, comentaba el P. Alejandro a esta oficina. Tras la audiencia, los distintos equipos formados para estos dos días pudieron afrontar en pequeños grupos distintos temas relacionados con los signos de esperanza que se ven hoy por hoy “en nuestra sociedad y en la Iglesia”, “dónde están los lugares que llaman a la Esperanza” y “qué significa la llamada a esa profecía de la Esperanza”. Siguiendo la estela de lo que comentaba la UISG en un comunicado, este “evento representa un compromiso para la vida religiosa, ofreciendo a los participantes la oportunidad de compartir ideas, discernir juntos y renovar su compromiso de crear una Iglesia cada vez más sinodal”. “Se han afrontado abiertamente las dificultades y, sobre todo, compartido lo esperanzador de este camino”.

  • Los formadores de Norteamérica se reúnen para potenciar el liderazgo agustiniano

    La última semana de noviembre, en la sede de la Provincia de Villanova (Estados Unidos), tuvo lugar el encuentro presencial del curso de formadores agustinos, que contó con la participación de al menos un hermano representante de cada una de las tres provincias norteamericanas. Las oficinas provinciales de Santo Tomás de Villanueva (EE.UU.) acogieron del 27 de noviembre al 1 de diciembre una semana presencial de talleres para formadores y promotores vocacionales. Los talleres presenciales formaron parte de un programa online de formación de nueve meses organizado por el Instituto de Espiritualidad Agustiniana y la Comisión Internacional de Formación y Promoción Vocacional. El encuentro estuvo presidido por el P. Joseph Farrell, Asistente General para América del Norte, y el P. Alexander Lam, Asistente General para América Latina. Este último, acerca del objetivo de dicho encuentro, refería que "la semana presencial está pensada en todas las áreas continentales, enfatizando el aspecto de la pedagogía agustiniana que pueda servir en el acompañamiento, en la formación, en la promoción vocacional, y el ejercicio del liderazgo de tipo agustiniano"; presentadas estas cuestiones en sendas ponencias a cargo del P. Gary McCloskey, de Villanova, y el P. Bernie Scianna, de Chicago. La importancia de promover estos espacios presenciales de encuentro Por otro lado, a propósito del ambiente propiciado por los participantes, los asistentes generales coincidieron en señalar "el ambiente de fraternidad (...), de un grato intercambio de ideas, de parecer, de perspectivas, de aplicación de los temas. La riqueza del compartir creo que fue apreciada por todos los participantes."  En este sentido, apuntaba el P. Lam que la experiencia de este encuentro ha inspirado a la organización de la Federación de Agustinos de Norteamérica (FAN), dada la importancia de "promover aún más estos espacios presenciales de intercambio." Finalmente, agradeció la realización del curso online, de la oferta y participación, y subrayó que "la experiencia presencial ayudó a ver cuánto necesitamos aún seguir gastando e invirtiendo tiempo en encontrarnos para discernir, reconocer, escucharnos y encaminar los proyectos comunes para bien de la Orden." “Este fue el primero de una serie de talleres regionales que, en los próximos meses, tendrán lugar en Abuja, Nigeria (enero), Bogotá, Colombia (marzo), e Iloilo, Filipinas (mayo)”, nos contaba a la oficina de comunicación el P. Farrell, quien aludió que los 14 participantes en las reuniones de Villanova ya están preparados para continuar con la labor de seguimiento al trabajo del curso de formación.

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