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Foto del escritorRicardo Morales Jiménez

Los agustinos refuerzan su presencia en el Congo acompañando a centenares de antiguos niños soldado

La Fundación Agustinos en el Mundo, en colaboración con la Fundación OTB, acaba de anunciar vías de colaboración destinadas a reforzar el Centro Residencial JUVENAT en la ciudad de Dungu, en República Democrática del Congo


Se trata, tal y como han detallado en su último comunicado de prensa, de “un proyecto destinado a la acogida y reinserción social y económica de antiguos niños soldado y jóvenes marginados”.


El programa JUVENAT, nacido en 2020 de la colaboración entre la Fundación Agustinos en el Mundo y los misioneros agustinos en el Congo (a los que ahora se suma la Fundación OTB), está apoyando anualmente a 450 niños y niñas forzados a participar en los conflictos armados que asolan la región. Gracias a este trabajo conjunto se pudo acometer en la primera parte del proyecto un centro residencial para los chicos y talleres formativos para atender a los jóvenes de la zona.


Con este nuevo impulso económico por parte de la Fundación OTB se espera potenciar la educación de los chicos y darles herramientas para poder aprender oficios como programador informático, carpintería, sastrería y agropastoreo. Se estima que gracias a esta colaboración en el programa JUVENAT, el centro podrá apoyar a 200 jóvenes más al año, aumentando el número de beneficiarios del programa en un 50%, hasta un total de 650 chicos y chicas.



El Congo, la guerra y la explotación infantil en los conflictos bélicos


Siempre sensible a la violencia, la prevaricación y los problemas de las mujeres y los niños, la FUNDACIÓN OTB ha decidido apoyar de forma concreta el tema tan delicado de los niños soldado. Un fenómeno que afecta a niños que son secuestrados en la República Democrática del Congo a una edad muy temprana -hay incluso casos de niños alistados entre los 4 y 5 años-, que son golpeados, torturados y obligados a matar por miembros del Ejército de Resistencia del Señor (LRA), un grupo terrorista activo en toda África que comete los crímenes más horrendos.


Pero, ¿qué es exactamente el LRA? El Ejército del Señor, como le gustaba llamarlo a su fundador, Joseph Kony, nació en la segunda mitad de la década de 1980 para contrarrestar la toma del poder en Uganda por otro rebelde, el actual presidente Yoweri Museveni. La seña de identidad del LRA es, de inmediato, mezclar misticismo religioso, técnicas de guerrilla y brutalidad sanguinaria. Para ello, fomenta el secuestro de chicos y niños para convertirlos en obedientes combatientes y de mujeres jóvenes y niñas para convertirlas en esclavas domésticas y sexuales. Según la ONU -en 30 años de actividad por toda África- el LRA ha matado a más de 100.000 personas y ha provocado que 2,5 millones huyan de sus hogares y tierras.


En los últimos años, los habitantes de Dungu han sido a menudo víctimas de incursiones del Ejército de Resistencia, que lleva a cabo masacres de civiles inocentes, violaciones y secuestros de niños soldados en la región. Se calcula que 30.000 niños soldados han sido reclutados en esta parte del país, y muchos están en manos de diversos grupos paramilitares. La mayoría tienen entre 8 y 15 años y el 40% son niñas.


JUVENAT: una nueva oportunidad después del horror de la guerra


En el Proyecto JUVENAT, que se desarrollará durante los próximos dos años, a partir de este mes, el programa de talleres de agropastoreo será el más exigente, también porque se divide en dos actividades: la transformación de productos agroalimentarios y la producción de briquetas de carbón vegetal para uso doméstico a partir de residuos vegetales, en sustitución de la leña y el queroseno, mucho más contaminantes y que contribuyen a la deforestación. Además, se han puesto en marcha otras actividades, algunas especialmente interesantes como la apicultura (las colmenas las construyen carpinteros del Centro Juvenat), otras más tradicionales como la cría de cerdos, ganado y peces.


"En resumen, el programa del Proyecto JUVENAT consta de dos secciones: formación y producción", aclara Arianna Alessi, vicepresidenta de la Fundación OTB. "Gracias a la sección de formación, participarán unos 200 jóvenes más al año, a partir del segundo año del proyecto; de ellos, muchos son antiguos niños soldado. Algunos de estos jóvenes seguirán trabajando para la granja, en los distintos sectores, y se convertirán a su vez en formadores de los nuevos beneficiarios. También está previsto un programa de reinserción escolar gracias a los acuerdos alcanzados con las escuelas de la ciudad. Con el nuevo proyecto, se pretende aumentar en un 30% el número de plazas escolares. A través del sector productivo, se garantizará un ingreso económico para los beneficiarios y se contribuirá de forma importante a la sostenibilidad de todo el centro".


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