Treinta y tres representantes de algunos institutos religiosos que forman parte de la Federación Agustiniana de África se reunieron del 6 al 10 de marzo en Saint Monica's House, Mavurunza, en Dar Es Salaam, Tanzania, para celebrar la Asamblea General trienal
Fue la primera asamblea presencial de la Federación cinco años después de su último encuentro, retrasado, al igual que otros tantos encuentros y actividades dentro de la Orden, con motivo de la pandemia.
Comunión, participación y misión
Bajo el lema La herencia agustiniana al servicio de la Iglesia sinodal en África, consagrados y consagradas agregados a la Orden o en comunión con la regla del obispo de Hipona, tuvieron la ocasión de reflexionar sobre la identidad, la unidad y la comunidad.
El Consejero General para África, el padre Edward Daleng, compartió con la oficina algunas de las conclusiones extraídas de esta Asamblea. “Cada individuo se descubre a sí mismo sólo porque pertenece a un grupo y nunca aislado ni solo. Su singularidad no es absorbida por el grupo, sino preservada y reforzada para que se reconozca a sí mismo dentro del grupo. El "yo" en el "nosotros" está en diálogo mutuo sin desprenderse ni ser absorbido”.
Con el Sínodo de los Obispos a la vuelta de la esquina, los religiosos agustinos pudieron abordar precisamente el tema de la sinodalidad y sus implicaciones “en nuestras casas, parroquias y colegios” y la involucración de los laicos y la Iglesia local en la tarea compartida de llevar la Buena Nueva a todos los rincones de la tierra. “La sinodalidad es algo que ya vivimos desde hace tiempo en la Orden”, apuntaba en una conversación posterior el P. Daleng. “Es algo que tenemos que fortalecer”.
Durante la Asamblea hubo ocasión para compartir reflexiones específicas relacionadas con la importancia de estimular el intercambio de experiencias pastorales, luchas y desafíos. “Los religiosos agustinos en África buscamos - apunta el P. Daleng- promover nuestra vida y prestar nuestro servicio a la Iglesia y a la humanidad”. Fue precisamente el Asistente General para África quien durante su presentación "La santidad al servicio de la Iglesia sinodal a través de la Regla de San Agustín" pudo hacer hincapié en aquello a lo que nos anima el Papa Francisco: a salir a las periferias para encontrarnos con el otro, que sufre y padece los avatares de la vida en un mundo cada vez más descreído y falto de esperanza. Otras intervenciones destacadas durante estos cuatro días del mes de marzo fueron las de la Hna. Jacquiline Michel Etou, de Notre Dame de l'Eglise, quien trató "El amor fraterno al servicio de la comunidad: Un enfoque agustiniano del ministerio de colaboración entre personas consagradas en África" o el P. Kolawole Chabi, quien ahondó en "El bien común en la Regla de San Agustín".
“Fue un momento intenso lleno de intercambio de ideas y participación. En el espíritu de la sinodalidad, se tomó el compromiso y la resolución de vivir y trabajar más en comunión a través del amor de nuestros hermanos y hermanas como una mejor manera de celebrar el sínodo”, aseveró el P. Edward Daleng.
"Se tomó el compromiso y la resolución de vivir y trabajar más en comunión a través del amor de nuestros hermanos y hermanas como una mejor manera de celebrar el sínodo". P. Daleng
Aprobación de los estatutos
En la Asamblea se revisaron y aprobaron los estatutos de la Federación, además de la elección de los nuevos responsables que pilotarán el devenir de esta federación durante los próximos años.
Las congregaciones religiosas que contaron con representación en la Asamble fueron: la propia Orden de San Agustín; las Hermanas de San Agustín de Benín; las Hermanas de Notre Dame de l'Église de Togo; las Hermanas de las Siervas de Jesús y María, las Hermanas de María Kakamega de Kenia y las Hermanas Agustinas Misioneras.
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