Justicia y paz
San AgustÃn se comprometió con la persona humana, no sólo en aras de la solidaridad y el ascetismo, sino en aras de la justicia, cuya promoción y difusión se convierte en fruto maduro de nuestra fraternidad agustiniana. Nuestra Orden da testimonio de la solidaridad en los cÃrculos en los que nos encontramos. Por eso nos comprometemos de manera permanente y concreta con los pobres y desfavorecidos y hemos asumido una opción preferencial por los pobres.
​
El apostolado social se ejerce por los múltiples medios que están a nuestra disposición:
​
-
La fomentamos sistemáticamente desde el inicio mismo de la formación, para que todos nuestros candidatos, según su nivel de madurez, reconozcan y demuestren que la fraternidad va más allá de los lÃmites de la Orden.
​
-
Impartimos conocimientos de la doctrina social de la Iglesia y de las ciencias sociales dentro del plan de estudios de los estudios filosófico-teológicos.
​
-
Llevamos a todas nuestras actividades apostólicas esta opción por los pobres y marginados de la sociedad, que son los más afectados por la injusticia humana.
​
-
Buscamos establecer grupos activos dentro de nuestras comunidades, entre los fieles y entre los alumnos de nuestros colegios, no sólo para brindar asistencia social, sino especialmente para que puedan servir como agentes del compromiso social agustiniano.
Motivados por este compromiso social nuestro, tratamos de escuchar atentamente las preocupaciones de la Iglesia y de la sociedad, y ofrecer ayuda para que las cuestiones que nos plantean los colectivos entre los que trabajamos, sean más claramente identificadas y más fácilmente resueltas. , tales como: la defensa de la vida, los derechos humanos, la situación de los migrantes, la dignidad de la mujer, la protección de la juventud, la justicia y la paz, un orden económico más equilibrado, la conservación de la naturaleza, etc.